¿Sabías que el sultán Murad IV(1612-1640) del imperio otomano castigaba con la muerte a los bebedores de café?
En 1633 en Constantinopla, Murad IV ordenó el cierre de todas las casas de café y prohibió el alcohol, tabaco y café. El castigo si se llegaba a encontrar a alguien consumiendo alguna de estas tres substancias, era la muerte. Y en ocasiones a manos del mismo sultán Murad IV, que se rumoraba tenía tiendas subterráneas infiltradas y decapitaba a los bebedores de café.
Curiosamente, mientras que el café se había hecho popular en Constantinopla por más de un siglo al momento de la prohibición, el decreto de Murad IV coincidió con un incremento tanto de la popularidad como del número de casas que expendían café en la ciudad. Incluso con la amenaza de muerte inminente, la demanda por el café era muy fuerte y los hombres continuaban yendo a tiendas de café clandestinas para conversar y beber este negro brebaje.
Después de la muerte del sultán Murad IV en 1640, la prohibición estaba técnicamente todavía en los libros, pero rara vez se ejecutó, en parte porque el comercio del café era muy importante para la economía del imperio.
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Murad IV – El verdugo del café

